Impulsada por una idea de la poesía que se concibe como aventura espiritual, la obra de José Carlos Cataño es el recorrido perturbado por el desarraigo, la violencia y la clausura metafísicas, la imposibilidad de recuperar el espacio del ser por estar sumido en su propio devenir, en su propia ficción, en su propia contingencia, en su condición mortal.
Diego Doncel