Deja el aire su aliento. Brilla bajo una luz más pura. La lengua se condena a la voz y así nos sobrevive: húmeda y silente con sonidos de pájaros aullando, como barco perdido en un mar de palabras. No
sé qué cantar. Soy los otros. Espero que los otros sean yo. Como los árboles. No sé qué cantar.
No tengo ruiseñores en el dedo.
"No tengo ruiseñores en el dedo" de Eduardo Chirinos.
Eduardo Chirinos (Lima, 1960) es autor de Cuadernos de Horacio Morell (1981), Crónicas de un ocioso (1983), Archivo de huellas digitales (1985), Rituales del conocimiento y del sueño (1987), El libro de los encuentros (1988), Canciones del Herrero del Arca (1989), Recuerda, cuerpo… (1991), El Equilibrista de Bayard Street (1998), Abecedario del agua (Pre-Textos, 2000), Breve historia de la música, libro ganador del Premio Casa de América de Poesía, 2001 y Escrito en Missoula (Pre-Textos, 2003). En 1987 el sello mexicano UAM/Casa del Tiempo publicó Raritan Blues (Antología personal 1978-1996), y en 1999 la editorial Renacimiento publicó Naufragio de los días (1978-1998). Como ensayista, Chirinos es autor de El techo de la ballena (1991), La morada del silencio (1998) y de un libro de crónicas literarias titulado Epístola a los transeúntes (2001). También ha editado dos volúmenes antológicos de poesía: Loco amor (1991) e Infame turba (1992, 1997). Actualmente reside en Missoula, donde se desempeña como profesor de literatura hispanoamericana y española en la Universidad de Montana.