Jorge Luis Borges admiró en estas memorias la virtud de contar el pasado sin contaminarlo de presente. Por páginas de filia masónica y otras de crítica salvaje al estamento católico, Algo de mí mismo fue censurado y en las obras completas no está completo. Kipling, desde su amor a la vida, era incapaz de entender a quienes anteponen cualquier modalidad de ultratumba. La presente edición es, en rigor, la primera en castellano de este libro polémico, sorprendente y emotivo.