Creo comprender más o menos lo que empuja a una persona que se siente testigo de hechos importantes a anotar asiduamente los datos pertinentes y sus propios comentarios, que lo son también sin duda, por lo menos a su juicio. Nunca he sentido que fuera ése mi caso. Siempre he estado al margen de los centros de decisión y de los hechos notorios, nunca me he codeado con las grandes figuras y me es imposible imaginar que mi testimonio tenga algún valor objetivo. Pero tampoco me siento muy afín a esos espíritus que fijan en el papel los acontecimientos nimios de sus vidas privadas, sin duda para ulteriores evocaciones íntimas, o que exploran interminablemente los matices, las sutilezas y las irisaciones de su ánimo, supongo que por deseo de conocimiento y no sólo por autocomplacencia. Son cosas a las que unos cuadernos como éstos, proseguidos a lo largo de muchos años, pueden acercarse a veces, pero que en todo caso están lejos de caracterizarlos. Advierto pues al lector que si espera encontrar aquí alguna información útil, biográfica o histórica, o alguna visión instructiva de la actualidad de tal o cual época, o las sabrosas anécdotas que tanto satisfacen a los espíritus ágiles, no podrá sino quedar gravemente defraudado. Y sin embargo puede decirse que hay un poco de todo eso en estos cuadernos.
Tomás Segovia (Valencia, España, 1927-México, 2011). Su poesía completa hasta 1976 fue recopilada y publicada en México. La producción poética de 1976 a 2000 quedó recogida en los volúmenes editados por Pre-Textos: Partición (1976-1982) (1983), Lapso (1986), Orden del día (1988), Noticia natural (1992), Fiel imagen (1995), Misma juventud (2000). Entre 2003 y 2012 vieron la luz en esta editorial sus siguientes entregas poéticas: Salir con vida, Día tras día, Llegar, Siempre todavía, Aluvial, Estuario y Rastreos. Fue incluido en la antología El 50 del 50 (seis poetas de la generación del medio siglo), de Vicente Gallego (Pre-Textos, 2006). Su obra narrativa –Primavera muda, Trizadero y Personajes mirando una nube– fue reunida en 2011con el título de Personario en un volumen aparecido en México. Su libro de relatos Otro invierno (Pre-Textos) apareció también ese mismo año. Y en 2009 publicamos la primera entrega (1950-1983) de sus cuadernos de notas El tiempo en los brazos, que ahora completamos. Ha traducido para esta editorial los Poemas franceses de R. M. Rilke y, de Giorgio Agamben, Estancias y El lenguaje y la muerte. Entre otros, Tomás Segovia cuenta con los premios: Octavio Paz de Poesía y Ensayo en su segunda convocatoria; el Juan Rulfo del año 2005 y el Federico García Lorca de Poesía de 2008.