Hay caminos posibles que discurren libres de oscuridad y de zozobra. No han dejado jamás de sucederse los dones de la vida, junto al gesto que nos devuelve al barro, a lo que somos: naturaleza ciega y esplendente. Porque resplandecemos sobre lo más abyecto y homicida. Hasta en la destrucción es deslumbrante esta estirpe dañina y creadora. Y hay algo que perdura por encima de siglos y catástrofes. Aunque cubran oscuras amenazas el horizonte, hay algo indestructible, no lo muerden el tiempo ni el desgaste que persiguen las huellas de los hombres. Mientras alguien aliente en este mundo y acumule palabras este aire, nada puede usurparnos la belleza.
"Nada puede usurparnos la belleza" de Antonio Rodríguez Jiménez.
Antonio Rodríguez Jiménez (Albacete, 1978) ejerce, en la actualidad, de profesor de Lengua y Literatura castellana en el IES Bonifacio Sotos de Casas Ibáñez (Albacete). Parte de su poesía ha sido incluida en las antologías: La generación fanzine. Poetas de Albacete para el siglo XXI, de Arturo Tendero López (Ediciones de la Diputación de Albacete, 2011) y El llano en llamas (Asociación Cultural Fractal Poesía, 2011). Participa en diversas revistas literarias: Barcarola, Isla desnuda (miembro fundador), La siesta del lobo, Cultural Albacete y Tiempo de poesía (Córdoba, Argentina). Su obra, Camino de vuelta, ha sido galardonada con el Premio Internacional de Poesía Arcipreste de Hita de Alcalá la Real 2011.